Semana 38: en casita
Hoy hemos vuelto a la consulta del ginecólogo: Irene está hecha una campeona y ya pesa más o menos 2.8 kg 
Como ya me dijeron hace tiempo, la niña está cabeza abajo, lo cual es muy bueno. Pero todavía no parece que esté a punto de nacer ni nada, todavía tiene que bajar más y encajarse en la pelvis (de momento tengo la barriga muy alta). Nos han dado la próxima cita para la semana que viene, a ver qué novedades hay.
Y después de la consulta nos hemos vuelto para casita. Hoy es mi tercer día sin trabajar, es un poco raro pero lo llevo bien: por la mañana me despierto cuando está Fredi vistiéndose, me levanto a desayunar (que ya me suenan las tripas después de haber cenado a las ocho la noche anterior), y luego me vuelvo a echar otro rato. Cuando ya avanza un poco más la mañana, tranquilamente, salimos Maripaz (la madre de Fredi) y yo a dar una vuelta por Dublín y hacer recados, la compra, etc. y luego hacemos la comida y comemos las dos tranquilamente...
...y los que me conozcan habrán sospechado enormemente de la frase "hacemos la comida", y con razón, porque lo cierto es que yo no sé cocinar (como se suele decir, ni siquiera un huevo frito, qué vergüenza). Lo que pasa en realidad es que Maripaz hace la comida y yo aprendo por observación, a ver si se me pega algo, porque me he propuesto aprender a cocinar aunque en principio sólo sea para hacerle las papillitas a Irene. Así que estos días me estoy entrenando en el arte de usar la olla exprés
Luego después de comer normalmente me echo un ratito la siesta (como una hora o así, ya veis que estoy durmiendo un montón), y luego ya por la tarde da mucha pereza salir porque se ha hecho de noche, y nos ponemos a leer, o nos conectamos a internet, y luego ya llega Fredi y hablamos por el Skype un rato y cenamos. Luego un rato de charla y ¡a dormir!
Como veis, llevo una vida muy tranquilota. La verdad es que los días se me hacen más largos ahora, lógicamente, que tengo mucho tiempo para leer y para descansar, comparado con antes que me pasaba el día fuera trabajando. Hoy además el paseo ha sido corto porque otra vez ando un poco fastidiadilla con la espalda, pero descansando un poco más seguro que se me pasa.
Y ya está, de momento no hay mucho más que contar... salvo que anoche estuve viendo unas cuantas fotos de cuando Fredi era un bebé, ¡y era monísimo! Bien gordito, con la cara redondita, igual que era yo también de pequeña, así que está claro que Irene tiene todas las papeletas para ser también una pepona

Como ya me dijeron hace tiempo, la niña está cabeza abajo, lo cual es muy bueno. Pero todavía no parece que esté a punto de nacer ni nada, todavía tiene que bajar más y encajarse en la pelvis (de momento tengo la barriga muy alta). Nos han dado la próxima cita para la semana que viene, a ver qué novedades hay.
Y después de la consulta nos hemos vuelto para casita. Hoy es mi tercer día sin trabajar, es un poco raro pero lo llevo bien: por la mañana me despierto cuando está Fredi vistiéndose, me levanto a desayunar (que ya me suenan las tripas después de haber cenado a las ocho la noche anterior), y luego me vuelvo a echar otro rato. Cuando ya avanza un poco más la mañana, tranquilamente, salimos Maripaz (la madre de Fredi) y yo a dar una vuelta por Dublín y hacer recados, la compra, etc. y luego hacemos la comida y comemos las dos tranquilamente...
...y los que me conozcan habrán sospechado enormemente de la frase "hacemos la comida", y con razón, porque lo cierto es que yo no sé cocinar (como se suele decir, ni siquiera un huevo frito, qué vergüenza). Lo que pasa en realidad es que Maripaz hace la comida y yo aprendo por observación, a ver si se me pega algo, porque me he propuesto aprender a cocinar aunque en principio sólo sea para hacerle las papillitas a Irene. Así que estos días me estoy entrenando en el arte de usar la olla exprés

Luego después de comer normalmente me echo un ratito la siesta (como una hora o así, ya veis que estoy durmiendo un montón), y luego ya por la tarde da mucha pereza salir porque se ha hecho de noche, y nos ponemos a leer, o nos conectamos a internet, y luego ya llega Fredi y hablamos por el Skype un rato y cenamos. Luego un rato de charla y ¡a dormir!
Como veis, llevo una vida muy tranquilota. La verdad es que los días se me hacen más largos ahora, lógicamente, que tengo mucho tiempo para leer y para descansar, comparado con antes que me pasaba el día fuera trabajando. Hoy además el paseo ha sido corto porque otra vez ando un poco fastidiadilla con la espalda, pero descansando un poco más seguro que se me pasa.
Y ya está, de momento no hay mucho más que contar... salvo que anoche estuve viendo unas cuantas fotos de cuando Fredi era un bebé, ¡y era monísimo! Bien gordito, con la cara redondita, igual que era yo también de pequeña, así que está claro que Irene tiene todas las papeletas para ser también una pepona
