One thing that I set out to do with the blog a few months ago, and that I´ve kept doing since, is writing a new post each week. As you can imagine, sometimes I find it harder than others to keep it up... I usually write during the weekend, when in theory I have more time, but then in practice, it´s not unusual to get as far as Sunday evening without having written the week's post, as it happened today. And at the end of the day, tiredness and laziness start to show up...

But hey, here I am, writing, as it couldn´t be any other way. Tiredness and laziness are going to have to wait for another little while.

But how do you achieve that? How do you get to keep up a habit when that moment arrives, the moment when you don't feel like doing it at all, and instead you feel like skipping it?

Una opción es recurrir a la fuerza de voluntad, como hacemos muy a menudo: te recuerdas a ti mismo/a todas las razones por las que “lo tienes que hacer”, te echas una buena bronca por querer escaquearte, y te obligas a hacerlo aunque no te apetezca. Porque al fin y al cabo, “lo tienes que hacer”, ¿no?

Yes, that option will probably work, at least at the beginning, but at the cost of giving you a hard time (and you suffer it twice: when you beat yourself up, and when you end up doing it without any motivation). So then in the long run, how can you stay strong and keep up the habit if you see each step as an obligation? How can you not stop feeling like doing it?

Maybe the trick is to make it look not like an obligation, but something we have decided to do ourselves, because that's the reality - even if it's something that somebody has imposed on us, if we have committed to it, it's because we have accepted that commitment, for whatever reasons.

En estos casos, puede ser útil preguntarnos para qué nos hemos comprometido a ese hábito. Y fijaos en que digo “para qué”, en lugar de “por qué”; el “para qué” nos lleva a mirar hacia adelante y encontrar la motivación, mientras que el “por qué” nos deja mirando hacia atras, buscando justificaciones. Si seguimos con el ejemplo de este blog, yo sigo escribiendo una entrada a la semana para alimentar mi lado más creativo, para mantener vivo el blog y que no vuelva a caer en el olvido, y para seguir compartiendo mis reflexiones y mis experiencias, por si les pueden ser útiles a otras personas.

Y ya una vez que ya hemos recordado el “para qué”, y tenemos claro que merece la pena seguir en la brecha, podemos utilizar trucos del lenguaje para darle la vuelta a esa percepciön de obligación, simplemente eligiendo las palabras adecuadas, tanto dentro como fuera de nuestra cabeza.

Hace poco oí en una conferencia que si decimos: “tengo que hacer…”, o “debo hacer…” lo que sea, sólo con pensarlo ya nos estresamos y nos desmotivamos, y es que no nos suele gustar que nos obliguen a hacer las cosas, En cambio, volviendo a la idea de que en realidad lo hemos decidido nosotros, si lo cambiamos por “quiero hacer…”, nuestro cerebro lo acepta mucho mejor, y sentimos mucha menos resistencia.

¿Y qué pasa cuando no nos sale de dentro el decir “yo quiero”? La conferenciante ofrecía en ese caso una tercera opción: simplemente decir “voy a…”, sin entrar en si es algo que quiero o que tengo que hacer. Lo voy a hacer y punto. Es lo que toca ahora, y no hay que darle más vueltas, que es lo que les digo yo a mi hija pequeña cuando me discute algo de lo que le pido 🙂

And, as a final point, something else that helps me a lot is knowing that the biggest resistance that I have is really towards getting started, towards breaking that inertia that I feel before I begin. Then once I'm on the task, in this case, writing, I know that I really enjoy it, that the ideas keep coming with little effort, and that after finishing I feel really happy for having published an article once more.

What about you? What tricks to you use to stay motivated and keep up your habits?