Cambio de planes

¿Qué tal se te da planificar? ¿Y qué tal lo llevas cuando hay un cambio de planes?

Tablet device showing a weekly planner page, and a hand holding an electronic pen, hovering over the screen

Yo no es que lo planifique todo al detalle precisamente, pero sí que me gusta saber a grandes rasgos lo que voy a hacer en un determinado día, o en una determinada semana, y así poder ir “tachando tareas” de mi lista, y sentirme útil. Pues bien, este fin de semana, tanto el sábado como el domingo, han surgido cosas que me han cambiado los planes sobre la marcha.

Vaaale, es verdad que al menos una de las cosas fue despiste mío: hoy domingo había quedado con unas amigas para comer y dar un paseo, y se me había olvidado completamente, por no apuntármelo en el calendario. Cuando digo calendario me refiero a Google Calendar, que desde hace un par de años es mi mejor amigo, lo uso muchísimo. Y no sé si gracias a él o por su culpa, como haya algo planificado pero que no esté en el calendario… Pues me pasa como hoy, que se me va de la cabeza.

Por suerte (o tal vez telepatía), hoy me dio por mirar el móvil justo a la hora a la que habíamos quedado, y gracias a los mensajes de mis amigas, me enteré y aún pude reunirme con ellas. Pero eso sí, entre unas cosas y otras, varias de las tareas que tenía en mi lista para este fin de semana se quedaron sin hacer, y voy a tener que encajarlas como pueda en los próximos días. Lo que por supuesto no es negociable es el post de la semana, que pese a todas mis buenas intenciones, una vez más lo estoy escribiendo a las tantas de la noche 😀

Total, que podría daros un montón de razonamientos (léase excusas) sobre cómo los imprevistos me han cambiado los planes y no he podido completar todo lo que quería… O puedo admitir que, para empezar, la lista de tareas que tenía tampoco era realista para un fin de semana, como me suele pasar.

Y esto me recuerda a una frase que oí o leí hace años en alguna parte, y que volvió a mi memoria el otro día halando con un amigo: los seres humanos tendemos a sobreestimar lo que podemos conseguir a corto plazo, y en cambio, subestimamos lo que podemos alcanzar a largo plazo.

Ahora buscándolo por internet, encuentro frases parecidas atribuidas a Bill Gates y a Tony Robbins, hablando de lo que podemos conseguir en un año frente a diez años, o veinte… Yo diría que también se puede aplicar a plazos más cortos, como una semana o dos frente a un año entero.

Y curiosamente, también he encontrado una ley paralela para la tecnología, la ley de Amara, que sostiene que “en la mayoría de los casos, los seres humanos tendemos a sobrestimar los efectos de una nueva tecnología a corto plazo, mientras que subestimamos su efecto a largo plazo”.

Vamos, que en general, lo de las estimaciones a corto plazo no se nos da bien a las personas, aunque creamos que sí. Y cualquiera que trabaje en desarrollo de software, o un entorno parecido, dará fe de lo difícil que es determinar de antemano el esfuerzo y la duración de una determinada tarea.

Esto me parece también muy relevante a los procesos de coaching y desarrollo personal: a menudo nos marcamos una meta en un tiempo determinado, trazamos un plan de acción demasiado optimista, y luego nos desanimamos al no poder cumplirlo, o al no llegar a alcanzar la meta tal y como estaba propuesta inicialmente. Pero es que en realidad, todo eso es parte del proceso; lo importante no es la meta en sí, lo importante es que gracias a la meta conseguimos avanzar (aunque no sea al paso que hubiéramos querido), y también conseguimos aprender, pues todo lo que va pasando a lo largo del camino son resultados que nos dan información nueva. Y luego ya con esa información, podremos ir ajustando el plan para conseguir la meta, o a veces descubrimos que es la propia meta la que tiene que cambiar.

Otra frase bastante famosa, esta vez de Woody Allen, dice que “si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”, y yo me identifico totalmente con ella, seguro que muchos de vosotros también. Así que, sabiendo ya que así es como funciona la vida, propongo que disfrutemos haciendo planes y averiguando adónde nos llevan 🙂

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