Padres y madres

Hoy se ha celebrado en España el día del padre, como siempre coincidiendo con la festividad de San José. Curiosamente, y por pura casualidad, en Irlanda lo que se ha celebrado es el día de la madre, por ser el cuarto domingo de cuaresma.

Las fechas cambian de unos países a otros, pero la intención es la misma: homenajear de manera especial a nuestros padres y madres, al menos una vez al año. Agradecerles todo lo que han hecho por nosotros, todo lo que nos han dado, empezando por el regalo de la vida.

A little child's hand grabbing an adult's hand

Es curioso ver cómo va evolucionando la relación con nuestros padres a lo largo de los años, vamos pasando por distintas etapas… Os copio aquí una versión de las muchas que hay por ahí de cómo ve un hijo a su padre a distintas edades:

  • A los 4 años: Mi papá es todopoderoso.
  • A los 7 años: Mi papá sabe un montón de cosas.
  • A los 8 años: Resulta que Papá no lo sabe todo…
  • A los 12 años: Claro, cómo no, otra cosa más que no sabe Papá.
  • A los 14 años: ¿Papá? Éstá chapado a la antigua, no tiene remedio.
  • A los 21 años: Nada, ese hombre se ha quedado anticuado, ¿qué te esperabas?
  • A los 25 años: Bueno, algo sí que sabe, pero no mucho.
  • A los 30 años: Igual vendría bien preguntar la opinión de Papá.
  • A los 35 años: Un poco de paciencia, antes de hacer nada vamos a ver qué aconseja Papá.
  • A los 50 años: Me pregunto que pensaría Papá de este asunto. Era muy listo.
  • A los 60 años: ¡Mi padre era un sabio!
  • A los 65 años: Daría lo que fuera por poder hablar de este tema con Papá. Le echo mucho de menos.

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo? Y con las madres podríamos decir lo mismo. Si queréis pruebas, no tenéis más que preguntar a vuestros hijos qué opinan de vosotros, sobre todo si son adolescentes 🙂

Por cierto, ya que estamos con el tema de honrar a nuestros mayores, aprovechemos hoy también para recordar a los padres de nuestros padres, y a los padres de sus padres… En definitiva, recordar de dónde venimos, y celebrar que gracias a todos nuestros antepasados estamos nosotros aquí, por mucho que haya partes de nuestra historia familiar que a lo mejor no nos entusiasmen. Todos lo hicieron lo mejor que pudieron con el conocimiento y los recursos que tenían.

Desde aquí, quiero desearles mucha salud y felicidad a todos los padres y madres, abuelos y abuelas. Y ojalá no esperemos a que nos falten para darnos cuenta de todo lo que podemos aprender de ellos.

Deja un comentario