Esta semana llego tarde a escribir el post. Normalmente lo publico el domingo por la noche, pero esta vez no ha podido ser, y la verdad es que me siento mal por no haberlo hecho.
Por no haber cumplido las expectativas.

Y si me paro a pensarlo, me doy cuenta de que es un sentimiento que me ha acompañado durante toda la vida. El sentir que no lo hago lo suficientemente bien, que no estoy a la altura de las expectativas.
Pero, ¿las expectativas de quién? Buena pregunta. La primera respuesta que nos surge muchas veces es que son las expectativas de los demás, pero ¿sabemos de verdad si siempre es así? ¿O a lo mejor puede que sea lo que nosotros creemos que son las expectativas de los demás? ¿O lo que nosotros esperamos de nosotros mismos?
En cualquier caso, me parece que siempre viene bien reflexionar un poco y hablar con quien tengamos que hablar para aclarar esas expectativas, nos puede ahorrar mucho estrés y muchos dolores de cabeza (a veces, literalmente).
Así que aprovecho para preguntaros: ¿habéis echado de menos el post esta mañana, o no os habéis dado ni cuenta de que no estaba?
Lo sueño ver a la hora de comer, así que no problema 😜
Este post me ha recordado al primer verso de la canción “I Drink Wine” de Adele…..
“How can one become so bounded
By choices that somebody else makes?
How come we’ve both become a version
Of a person we don’t even like?”…
Y sí, es para reflexionar… expectativas de quién? 😉
Contestando a tu pregunta, he echado de menos el post el domingo por la noche.
Me pareció raro, pero conociéndote, pensé que lo habrías hecho a propósito, con idea de desarrollar un tema concreto 🙂
Gracias Bea, no lo programé así, pero sí que aproveché luego para convertirlo en el tema del post, así que da el pego 😉