Las circunstancias excepcionales que hemos vivido este último año han hecho que muchos de nosotros nos planteemos reinventarnos, ya sea por necesidad, a raíz de cambios en nuestra vida y en nuestro entorno, o simplemente por haber tenido más tiempo para reflexionar, echar un vistazo sincero a nuestra vida y cuestionarnos la posibilidad de cambiar de rumbo.
La palabra “reinvención” a mí me sonaba un poco radical, y la verdad es que me daba bastante respeto (por no decir miedo). Hasta que recordé lo que me dijo una vez mi buena amiga Bea: que a lo largo de nuestra historia vamos viviendo en realidad muchas vidas; cada vez que pasamos página, es una vida nueva.
Y me di cuenta de que yo ya me había reinventado, y más de una vez.

Habiendo estudiado informática, lo que me vino a la mente fue comparar cada una de esas reinvenciones con un “cambio de versión” en mi vida. Cada cambio significativo ha sido un avance, un aprendizaje, que he podido incorporar a esa versión siguiente de mí misma. Algunos de esos acontecimientos los he elegido yo, y otros no. Unos han sido más grandes que otros, al igual que un sistema operativo o aplicación a veces se actualiza a una versión “mayor” o “menor” (si esto te suena a chino, aquí hay más información sobre el versionado de software).
Así que me puse manos a la obra, y me construí mi propio historial de versiones:
- V0 (versión cero) – Llego a este mundo (concretamente a Cáceres, España) el 10 de marzo de 1978.
- V1.0–Decido estudiar Ingeniería Informática – la primera decisión “de verdad” de mi vida.
- V1.1 – Me echo novio.
- V1.2 – Acabo la universidad y me mudo a Madrid a buscar trabajo.
- V1.3 – Consigo mi primer trabajo, en una consultora.
- V1.4 – Cambio de trabajo, mi proyecto asignado no sale adelante y me despiden.
- V1.5 – Encuentro otro trabajo, en otra consultora.
- V1.6 – Me intereso por la traducción, y hago un curso de experto universitario en traducción español-inglés.
- V2.0– Me caso y me voy a vivir a Dublín, Irlanda.
- V2.1 – Consigo mi primer trabajo en Irlanda, de analista-programadora, en una empresa estupenda (nada de consultoras).
- V2.2 – Nace mi hija Irene – me convierto en madre.
- V2.3 – Pierdo mi segundo embarazo en un aborto espontáneo.
- V2.4 – Nace mi hija Alicia.
- V2.5 – Hago un curso de Programación Neurolingüística (PNL).
- V3.0–Decido hacer una pausa en mi carrera laboral, y pasar más tiempo con mis hijas.
- V3.1 – Hago un curso de profesora de español como segunda lengua.
- V3.2 – Nace mi hija Eva.
- V4.0–Me separo de mi marido (más adelante me divorcio).
- V4.1 – Empiezo a trabajar en otra empresa estupenda, como analista de sistemas.
- V4.2 – Me compro mi propia casa para vivir con mis hijas.
- V4.3 – Me paso de informática a un puesto de business, dentro de la misma empresa.
- V4.4 – Me adapto a trabajar desde casa y modificar la rutina de custodia compartida.
Así que ya lo veis: al menos tres reinvenciones, tres grandes cambios, con sus pequeños cambios graduales entre medias… Curiosamente, el primer cálculo me salió de tal manera que acababa en la versión 4.3, a mis 43 años 🙂
Espero que este ejemplo os anime a pensar en vuestra propia experiencia, en cómo ya habéis avanzado de versión un montón de veces, enfrentándoos a retos grandes y pequeños, y en cómo los habéis superado y habéis ido aprendiendo de todos ellos… eso os dará confianza para enfrentaros a lo que sea que venga después, y seguir evolucionando.
Mientras tanto yo, como no podía ser de otra manera, estoy ya trabajando en mi cuarta reinvención, preparando la versión 5.0.
Hola Bea, todos nos reinventamos, algunos menos y otros más. Comprender que el cambio es la esencia de la vida quizá es lo más duro de aprender. Pensar que no estás anclado a un sitio, o a un trabajo, o una vida, quizá es lo más maravilloso y terrible del mundo. El cambio da miedo, mucho, pero te libera, te hace más fuerte.
Por cierto, irónicamente, a todo esto, yo me hice funcionario… Terror al cambio tenía yo y busqué cambiar para que “casi” nada cambiara…
Me alegro que tu blog siga adelante, el mío languidece después de años. A ver si es un acicate para continuarlo.
Un abrazo muy fuerte.
Precioso comentario Jose, ¡gracias por leerme! Un abrazo enorme a ti y a Blanca.
Hay que seguir cambiando y adaptándose a las circunstancias, bien sea por decisión propia o porque no queda otra. Vamos llenando nuestra vida de nuevas páginas, reinventándonos por el camino. Siempre adelante.
Y al final nos quedará un bonito libro de recuerdo 🙂
Estoy deseando conocer la versión 5.0 😉
¡Gracias Bea! Me encanta lo del libro de recuerdo, te lo copio también 🙂
Me encanta tu historial de versiones, y haber estado un poquito en casi todas… ¡y las que nos quedan!
¡Gracias Mer! Bien dicho, y las que nos quedan 😉
Es curioso visto así.
No me había parado a pensar de esa manera y, si lo reflexiono, a mí, que no me gustan para nada los cambios, que llevo fatal adaptarme a situaciones y rutinas nuevas, he pasado por muchas versiones de mi vida. Muchísimas! Y aquí sigo adaptándome a nuevas situaciones; algunas escogidas por mí, otras, como dice Bea P. porque no me queda más remedio…..
Vivir es eso, supongo. Pasar por todas las fases del duelo y tirar p’alante. Y entre medias percibir, apreciar y disfrutar de los buenos ratos, que de los malos ya tenemos bastante.
Exactamente Rocío, y también sirve para que cuando nos venga un cambio nuevo, nos acordemos de que ya hemos superado con éxito muchos otros cambios, y sepamos que podemos afrontar lo que nos echen 🙂